Poetas Modernistas
La niña deGuatemala
José Marti
Quiero, a la sombra de un álamo,
contar este cuento flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda.
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado,
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
de tras iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores.
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
el volvió con su mujer,
Como de bronce candente
al beso de despedida,
era su frente: ¡la frente
que más he amado en mi vida!
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío;
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos;
Besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado al oscurecer,
me llamó el enterrador;
¡nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor!
ella se murió de amor.
José Martí (en Versos sencillos).
Rubén Darío
Nació en Metapa, Nicaragua, en el año 1867. Su verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento.
Fue periodista y diplomático. Hasta 1898 vivió, publicó y actuó en Chile, Centroamérica y la Argentina. En 1898 viajó a España, y vivió en Francia y otros países de Europa. Murió en León, Nicaragua, en 1916.
Escribió prosa y poesía. Entre toda su producción se destacan tres obras que ayudan a comprender la evolución del Modernismo: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. Los raros, en prosa, y El Canto Errante son otras de sus obras. Tres Obras:
Azul (1888): fue su primera obra importante. Publicada en Valparaíso, está constituida por relatos breves y algunos poemas. Significó para su autor el reconocimiento en América y en España. Sus rasgos son: sensualidad, erotismo y musicalidad. En los sonetos que cierran la obra, Darío revela sus preferencias y su cosmopolitismo. v Prosas profanas: fue publicado en Buenos Aires, en 1896. Las variaciones temáticas y las audacias métricas, son tantas que provocaron en América y en España grandes polémi cas. Predomina el tema erótico, envuelto en un arte cromático y perfecto. v Cantos de vida y esperanza (1903): Los temas del libro son, entre otros: el paso del tiempo, la misión del poeta, la búsqueda de la fe, la preocupación por el futuro de América, etc. El libro termina con una expresión de temor y duda sobre el misterio de la vida. De contenido diferente, este volumen presenta el mismo cuidado formal y la notable variedad de metros y riqueza de lenguaje que caracterizan al gran poeta.
Sinfonía en gris mayor
El mar como un vasto cristal azogado,
refleja la lámina de un cielo de zinc;
lejanas bandadas de pájaros manchan
el fondo bruñido de pálido gris.
El sol como un vidrio redondo y opaco,
con paso de enfermo camina al cenit;
el viento marino descansa en la sombra
teniendo de almohada su negro clarín.
Las ondas que mueven su vientre de plomo,
debajo del muelle parecen gemir.
Sentado en un cable, fumando su pipa,
está un marinero pensando en las playas
de un vago, lejano, brumoso país.
Es viejo ese lobo. Tostaron su cara
los rayos de fuego del sol de Brasil;
los recios tifones del mar de la China
lo han visto bebiendo su frasco de gin.
La espuma impregnada de yodo y salitre,
ha tiempo conoce su roja nariz,
sus crespos cabellos, sus bíceps de atleta,
su gorra de lona, su blusa de dril.
En medio del humo que forma el tabaco,
ve el viejo el lejano, brumoso país,
adonde una tarde caliente y dorada,
tendidas las velas, partió el bergantín.
La siesta del trópico. El lobo se aduerme.
Ya todo lo envuelve la gama del gris.
Parece que un suave y enorme esfumino
del curvo horizonte borrara el confín.
La siesta del trópico. La vieja cigarra
Ensaya su ronca guitarra senil,
y el grillo preludia un solo monótono
en la única cuerda que está en su violín.
Rubén Darío (en Prosas profanas).
Leopoldo Lugones
Nació en Villa María del Río Seco, provincia de Córdoba, en 1874. Fue periodista y director de la Biblioteca Nacional de Maestros, dependiente del Consejo Nacional de Educación.
Gran renovador de la poesía argentina de comienzos del siglo XX, ha influido en las vanguardias posteriores. Se le concedió el primer Premio Nacional de Literatura. Se suicidó en 1938.
La crítica ha clasificado la obra de Lugones en tres grandes etapas. ط Primera etapa: en 1897 publica su primer libro, Las montañas del oro. Es una obra con reminis cencias románticas; en la que el joven poeta socialista denuncia un mundo en caos y de pesadilla, a través de imágenes y metáforas espectaculares, y un vocabulario altisonante, en tono de profeta. En 1905 aparece Los crepúsculos del jardín, tiene un tono apacible y reposado. Se destacan la precisión del lenguaje y el trabajo cuidadoso de la forma. Prevalece una sensualidad que tiñe el paisaje y el amor con un clima de gracia sutil, a través de imágenes coloridas y musicales, al modo de los simbolistas. Otras obras: La guerra gaucha, La fuerzas extrañas, El payador, Cuentos fatales y El ángel de la sombra. ط Segunda etapa: En adhesión al centenario de la libertad argentina, Lugones compone en 1910 Las odas seculares, es una obra de temática argentina, en la que se unen el uso de los recursos modernistas con la originalidad lugoniana. El libro fiel está dedicado a su mujer. Escrito en gran variedad de metros, es un homenaje al amor conyugal, de tono intimista, que alude también al tema de la muerte. Esta etapa se completa con El libro de los paisajes, en él continúa la temática argentina iniciada en Las odas seculares.
Tercera etapa: está representada por obras con ecos de la tierra natal, de las tradiciones de los antepasados, de donde se exaltan valores criollos colectivos como el coraje, el amor y la fe. Se inicia con: Las oras doradas, Romances solariegos y Romances de Río Seco, en el que es centro geográfico y poético el pueblo natal. Lugones recrea el patrimonio simbolista-modernista para renovar toda la poesía continental.
Salmo pluvial
Tormenta
Érase una caverna de agua sombría el cielo;
El trueno, a la distancia, rodaba su peñón.
Y una remota brisa de conturbado vuelo
Se acidulaba en tenue frescura de limón.
Como caliente polen exhaló el campo seco
Un relente de trébol lo empezó a llover.
Bajo la lenta sombra, colgada en denso fleco.
Se vio al cardal con vívidos azules florecer.
Una fulmínea verga rompió el aire al soslayo;
Sobre la tierra atónita cruzó un pavor mortal;
Y el firmamento entero se derrumbó en un rayo;
Como un inmenso techo de hierro y de cristal.
Lluvia
Y un mimbreral vibrante fue el chubasco resuelto
Que plantaba sus líquidas varillas al trasluz,
O en pajonales de agua se espesaba revuelto,
Descerrajando al paso su pródigo arcabuz.
Saltó la alegre lluvia por taludes y cauces;
Descolgó del tejado sonoro caracol;
Y luego, allá a lo lejos, se desnudó en los sauces, Transparente y dorada bajo un rayo de sol.
Calma
Delicia de los árboles que abrevó al aguacero.
Delicia de los gárrulos raudales en desliz.
Cristalina delicia del trino del jilguero.
Delicia serenísima de la tarde feliz.
Plenitud
El cerro azul estaba fragante de romero,
Y en los profundos campos silbaba la perdiz.
Leopoldo Lugones (en El libro de los paisajes). |